Hornear es sinónimo de diversión, y disfrutar después de postres caseros realizados por nosotros mismos, ¡todavía es mejor! Pero eso no quiere decir que a veces la repostería no sea una gran inversión de tiempo y signifique terminar con la cocina hecha un desastre.
Por eso hoy queremos revelarte 18 trucos de repostería que todo amante del dulce debería conocer, para hacer más llevadero y genial este momento de diversión.
18 Trucos de repostería para el día a día
1. ¿Se te ha olvidado sacar la mantequilla de la nevera?
Típico… Tienes todos los ingredientes, todo preparado, una tarde de diversión por delante… y a la hora de añadir la mantequilla, se te olvidó sacarla de la nevera y está dura como una piedra.
No panic! Tenemos la solución: pon la mantequilla en un plato y tápala con un vaso o taza que esté caliente, verás como se ablanda en seguida!!
Otra opción es rallarla con un rallador y dejarla a temperatura ambiente, haciéndolo así, estará lista en cuestión de cinco minutos.
2. ¿Se te rompen los bizcochos cuando intentas cortarlos?
Cuando intentamos cortar bizcochos en varias capas, a veces es posible que se rompan. Es importante cortarlos cuando estén bien fríos, así el riesgo de que se desmiguen es menor. Pero si además, utilizamos un cuchillo que esté calentito, conseguirás un resultado perfecto. Puedes calentarlo sumergiéndolo unos minutos en agua muy caliente y secándolo bien antes de usarlo.
3. ¿Cada vez que intentas batir algo llenas todo de salpicaduras?
Si utilizas una batidora de varillas de mano, seguramente hayas formado un desastre en alguna ocasión al batir huevos o aceite, o incluso al añadir el azúcar glass. Para evitar salpicaduras en tu cocina, puedes utilizar un plato de cartón o plástico: atraviésalo por las varillas antes de colocarlas en la batidora y ajústalo a la altura del bol. ¡Adiós desastres!
4. Vas a buscar el azúcar moreno… ¡y es una piedra!
Sí, el azúcar moreno se seca y se queda apelmazado. Y si no lo has utilizado durante mucho tiempo, es posible que esté hecho un bloque y duro como una roca! No lo tires, tiene solución… Ponlo en un bol y tápalo con un trozo de papel de cocina húmedo, y calienta todo en el microondas durante unos 20 segundos. ¡Como nuevo!
5. ¿Se te han quemado las galletas?
A todos nos ha pasado alguna vez, ¡incluso a los profesionales les ocurre! Pero no desesperes, puedes rallar la parte quemada con un rallador y aprovecharlas. Quedarán con un poco menos de grosor, pero siempre es mejor que utilizarlas como posavasos 🙂
6. Decoraciones en fondant súper rápidas
¿Estás decorando una tarta y tienes prisa? Te damos un truco para una decoración rápida, barata y súper sencilla. Haz una bolita de papel de aluminio y presiónala ligeramente por toda la superficie del fondant. Tendrás un acabado con una textura artística en un pis pas.
¿Y si la tarta no tiene fondant? Puedes utilizar cualquier puntilla o pieza de encaje que tengas en casa y utilizarla como plantilla para espolvorear sobre tu tarta azúcar glass o cacao en polvo.
7. Brownie en 1 minuto
Para un brownie mucho más sano y sobre todo, más rápido, te vamos a dar un truco que vale millones. Mezcla cualquier preparado para brownie con una lata de puré de calabaza, y hornéalo como indique en el paquete. El puré de calabaza hará las veces de ingredientes líquidos y no necesitarás nada más. De nada 😉
8. Medir las cucharaditas sin perder ni un gramo de producto
Este truco no te gustará si eres de las que rebaña todo… Pero si no, te damos un truco para medir ingredientes pegajosos como miel, sirope o pastas de fruta sin que se queden pegados en la cucharita. Rocía tus cucharitas con un poco de spray desmoldante antes de sumergirlas en el producto, así ni un gramo que se quede pegado en la cuchara. ¡Mucho más fácil y limpio!
9. ¿Adicta a las cookies?
Si eres un auténtico monstruo de las galletas, seguro que sueñas con convertir cualquier receta de tarta en unas deliciosas cookies. Lo único que tienes que hacer es mezclar todos los ingredientes secos que lleve la receta de la tarta (harina, azúcar, cacao, levadura…) y añadir 1 huevos mediano y 100 ml. de aceite de girasol. Mezcla bien, forma las galletas y al horno. ¡Ñam ñam!
10. Llena tu manga pastelera como un profesional
Para llenar las mangas pasteleras de forma fácil, rápida, limpia y cómoda, puedes utilizar un vaso alto (el vaso de la batidora, por ejemplo). Abre la manga en el interior del vaso para que se sujete de pie y vierte dentro la masa o glaseado, ¡y listo!
11. ¿No tienes una bandeja para hornear tus cupcakes?
Si no tienes a mano una bandeja para muffins o cupcakes, es posible que las cápsulas se deformen al hornear. Para evitarlo, puedes poner cada cápsula dentro de un cortador o aro de emplatar pequeño. Otra opción es llenar la bandeja del horno de arroz y acomodar las cápsulas hundiéndolas en el arroz, así éste impedirá que se deformen al verter la masa dentro.
12. ¿Quién dijo que cascar un huevo es fácil?
Vale, que no necesitas ser ingeniero para abrir un huevo… Pero reconocerás que cada vez que al hacerlo se te cae un trozo de cáscara dentro del bol, te cuesta una eternidad retirarla. Pues eso no te pasará nunca más si antes te mojas la mano. Con los dedos mojados, podrás atrapar el trocito de cáscara a la primera y sin más complicaciones.
13. Galletas siempre crujientes
Para mantener las galletas crujientes y perfectas, consérvalas dentro de una lata de aluminio. Pero si además añades una rodaja de manzana, ¡aguantarán todavía mucho más!
14. Horror!! No tengo harina!!!!
Espera, no salgas corriendo al supermercado en pijama y sin peinar… Busca en la despensa y seguro que tienes avena o cualquier otro cereal. Puedes molerlo muy fino en una picadora y después tamizarlo, así tendrás tu propia harina casera, que además añadirá sabor extra a tu postre.
15. ¿No tienes un rodillo a mano?
Si alguna vez tienes que preparar algo estando de vacaciones o fuera de casa, es posible que no tengas un rodillo a mano. En su lugar puedes utilizar una botella de vino o cualquier botella redonda de cristal para estirar las masas.
16. Haz tus propias decoraciones para tartas y galletas.
Si quieres decorar tus tartas y cupcakes de forma muy sencilla, puedes hacer tu propio azúcar de colores y espolvorearlo por encima del glaseado. Sólo tienes que poner dos cucharadas de azúcar con unas gotas de colorante alimenticio en una bolsa de congelación y mezclar bien hasta que el azúcar esté teñido.
Si tienes un poquito más de paciencia, también puedes hacer tus propias virutas de colores. Prepara glasa real de distintos colores y con una manga pastelera y una boquilla pequeña, dibuja líneas sobre una bandeja. Cuando se hayan secado, rómpelas en trocitos y tendrás unas virutas caseras y deliciosas.
Este truco también te puede servir para cuando tengas que decorar una tarta de un color muy específico y no encuentres en las tiendas sprinkles que queden bien.
17. Mangas pasteleras de emergencia
¿Te has quedado sin mangas pasteleras justo cuando ibas a glasear tu tarta o cupcakes? No te preocupes, puedes poner el glaseado en una bolsa de congelación y cortar una esquinita. Así tendrás una manga desechable que te sacará del apuro, ¡incluso puedes ponerle una boquilla sin miedo a que se rompa!
18. No manches nada al rociar spray desmoldante
Cuando rocíes tus moldes con spray desmoldante, hazlo debajo de la campana extractora en marcha, así no quedará todo el mármol y la pared impregnados de spray pegajoso. También puedes hacerlo sobre la puerta abierta del lavavajillas, así después se limpiará solo y no te llevará tanto esfuerzo limpiar la cocina.
Un comentario
Consejos geniales basados en la práctica y la experiencia!! Muchas gracias por compartirlos y enhorabuena por el artículo. Me quedo con el del azúcar moreno porque me ha ocurrido varias veces.